DE-RUIDO / NOTAS SOBRE UNA EXPOSICIÓN

En semiología, se define el ruido como una interferencia que afecta al proceso de comunicación. El ruido en pintura podría ser toda aquella mancha que no sé ajuste fielmente a los detalles del motivo que estemos pintando, dificultando en ocasiones su reconocimiento.

Hace tiempo que participo en certámenes de “pintura rápida” convocados en algunos pueblos. Empecé por curiosidad, pero me fui enganchando por los retos que planteaba. En ellos se trabaja al aire libre durante gran parte del día para realizar un cuadro inspirado en la localidad o el entorno. Tienes que viajar al sitio donde se celebra el concurso, viendo amanecer a menudo desde la carretera. Ya en el lugar, recorres los lugares mirándolo todo de forma diferente a la habitual, hasta que algo te llama la atención. Luego intentarás trasladarlo al lienzo, con limitaciones materiales y temporales. Pasas el día allí, en un rincón de un paraje que te es extraño, casi sólo y en silencio. En algún sentido es casi una forma de meditación. Siempre he estado más cerca de la abstracción que de la figuración y no parecería lógico pintar calles o paisajes. Pero en ese proceso ocurren "sucesos plásticos", a veces no controlados, ruidos en fin, que sugieren otros derroteros. A menudo estás tentado de seguir ese hilo y abandonar lo que estabas pintando. Pero, creo que es mejor registrarlo, para posteriormente, ya en el estudio, elaborarlo más detenidamente. Algunos de las obras que aquí se exhiben serían el resultado.

En definitiva, se trata "de ruidos", de fragmentos de cuadros "derruidos".

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Señalización

Acrílico sobre lienzo, 100 x 100 cm.